viernes, 22 de febrero de 2008





La cuadra en la que vivo esta llena de niños, ellos hacen que se sienta alegría en el barrio, todos los días salen a jugar y se divierten mucho. Yo me divierto viéndolos.

Mi casa es muy linda tiene dos cuartos, un baño y una cocina.

El primero de los cuartos lo usan mi mamá y mi papá ellos son privilegiados porque el baño queda dentro de su habitación. El problema es que si tengo ganas de ir al baño en las noches prefiero aguantarme, porque mi padre siempre esta encerrado y si entro a él le dan ganas de mimarme y abrazarme y casi no me gusta, él lo hace de una forma muy extraña. Yo preferiría que el jugara con migo a las escondidas o la gallina ciega.

En la otra habitación estamos mi hermanito y yo, esa ¡si que me gusta!, excepto porque mi hermanito es un poquito desordenado, pero no importa, yo le ayudo a recoger su desorden a cambio de que el me cuente historias de princesas y monstruos.

La cocina de mi casa es muy iluminada, tiene 2 ventanas que dejan ver el patio de los vecinos. También tiene una estufa, mesones para cocinar, y poco a poco hemos conseguido algunas de las ollas.

En mi casa la mayoría del tiempo estoy sola, mi mamá trabajando, mi papá también, y mi hermanito jugando fútbol en la cuadra. No me da miedo, ya me acostumbre. Además no me aburro porque cuando estoy sola puedo hacer muchas cosas más como dibujar, bailar, cantar, jugar y obviamente ver a mi amado por la ventana.

Mi casa es la más bonita de la cuadra porque tiene los colores del cielo y del sol. Además porque papá esta empezando a pintarla de nuevo, mejor dicho ahí si seremos los más pinchados del barrio jiji.

1 comentario:

Narrativas II dijo...

Bastante demorado este universo físico, no, Diana. No sé, no logro ubicar a la niña y a su madre en este lugar. Es un lugar de invasión y no creo que ese era el perfil inicial que le ibas a dar. Revísalo a ver.