viernes, 22 de febrero de 2008




La pequeña Lucía es una niña de tan solo 5 años que vivirá la situación de muchas otras niñas de Colombia en la que su padre abusa de ellas sexualmente, y su madre no es tampoco la mejor persona. A causa de su falta de cuidado para con sus hijos, se desencadena un abuso por parte del padre, que no terminará si ella no le pone atención a la situación.

Lucía es una niña muy soñadora e ingenua, que no tiene muy claro el abuso al que es sometida todos los días por su padre. A parte de eso tampoco se da cuenta del futuro que le espera, el que día tras día le pinta su madre como hermoso. Ella ve a su padre como un hombre que expresa su cariño de una manera extraña, y a su madre como una trabajadora incansable y un modelo a seguir.

Esta historia tomará un giro cuando Magnolia (madre de Lucía) sea despedida de su trabajo, y logre darse cuenta de lo mal que se encuentra su vida. Con un esposo que se avergüenza de ella por ser prostituta, con sus dos pequeños hijos maltratados, ella vendiendo todas las noches su cuerpo.

Carlitos por su parte se cansa de los maltratos de su padre y se enfrenta a él, recibiendo un golpe tan terrible que lo marcará por el resto de su vida.

Y la pequeña Lucía con tan solo 5 años de edad pasará por situaciones tan terribles, que le enseñarán que la vida no es tan color de rosa como ella cree. Por su parte ella no se rendirá, simplemente entenderá la situación como lo haría una niña de su edad y querrá cambiar un poco su futuro al lado de su madre y su hermanito.




La cuadra en la que vivo esta llena de niños, ellos hacen que se sienta alegría en el barrio, todos los días salen a jugar y se divierten mucho. Yo me divierto viéndolos.

Mi casa es muy linda tiene dos cuartos, un baño y una cocina.

El primero de los cuartos lo usan mi mamá y mi papá ellos son privilegiados porque el baño queda dentro de su habitación. El problema es que si tengo ganas de ir al baño en las noches prefiero aguantarme, porque mi padre siempre esta encerrado y si entro a él le dan ganas de mimarme y abrazarme y casi no me gusta, él lo hace de una forma muy extraña. Yo preferiría que el jugara con migo a las escondidas o la gallina ciega.

En la otra habitación estamos mi hermanito y yo, esa ¡si que me gusta!, excepto porque mi hermanito es un poquito desordenado, pero no importa, yo le ayudo a recoger su desorden a cambio de que el me cuente historias de princesas y monstruos.

La cocina de mi casa es muy iluminada, tiene 2 ventanas que dejan ver el patio de los vecinos. También tiene una estufa, mesones para cocinar, y poco a poco hemos conseguido algunas de las ollas.

En mi casa la mayoría del tiempo estoy sola, mi mamá trabajando, mi papá también, y mi hermanito jugando fútbol en la cuadra. No me da miedo, ya me acostumbre. Además no me aburro porque cuando estoy sola puedo hacer muchas cosas más como dibujar, bailar, cantar, jugar y obviamente ver a mi amado por la ventana.

Mi casa es la más bonita de la cuadra porque tiene los colores del cielo y del sol. Además porque papá esta empezando a pintarla de nuevo, mejor dicho ahí si seremos los más pinchados del barrio jiji.

viernes, 8 de febrero de 2008





Personajes:

Magnolia: Madre de Lucía
Carlos: Hermano de Lucía
Lucía

Diálogo:

Lucía: ¡Buenos Días mamita!
Magnolia: Hola mi chiquitica
Magnolia: ¿Y tu hermano?
Lucía: ¡Durmiendo!
Magnolia: Ve y despiértalo que ya es hora de ir a estudiar
Lucía: ¡Claro mamá!
Lucía: ¿Qué horas son mamá?
Magnolia: Las 6:15
Lucía: Ahhhmm (con felicidad)
Magnolia: Y ¿cómo la pasaste en la escuela?
Lucía: Como siempre, muy contenta
Lucía: Hice muchos dibujos, ayer pinte nuestra casa
Magnolia: ¡Que hermoso hijita! Tienes que mostrármelo
Lucía: Sí, pero… Acuérdate que es mejor si lo ves en mi escuela, de pronto si lo traigo mi papá se da cuenta y nos pega. A él casi no le gustan mis dibujos. ¡Creo!
Magnolia: Pues es que el es un poco malgeniado, nada más, pero tu y yo lo entendemos, el estrés del trabajo.
Lucía: Sí mamita yo lo entiendo, pero estoy segura que algún día el conseguirá un trabajo que no lo estrese tanto y ahí si le gustarán mis dibujos, ¡mucho, mucho, mucho!
Magnolia: Jeje Claro mi amor
Lucía: ¿Y en tu trabajo? ¿Cómo te fue?
Magnolia: Pues muy bien, conocí nueva gente, baile, y sobre todo tuve una muy buena noche con muchos clientes. Ósea mi muñeca que gané platica, y hoy te puedo dar un billetito. Además ya complete el dinero de la renta de la casa.
Lucía: ¡Que rico mamá! Y ¿cuándo me vas a llevar a tu trabajo? Yo quiero conocer a tus amigas, y quiero bailar contigo.
Lucía: Además porque me aburró mucho en casa. Y quisiera llegar un día muy, muy de noche cuando mi papá este dormido.
Magnolia: Un día de estos, cuando estés más grandecita y no solo puedas acompañarme, sino también ¡trabajar como yo! ¿No te gustaría?
Lucía: ¡Claro mamá! ¡Me encantaría!
Lucía: Y a mis amiguitas también, yo les cuento que tu te diviertes mucho en tu trabajo. Que bailas toda la noche, conoces muchos amigos y amigas. Y eso ¡si que es divertido!
Carlos: Hola mamá, hola Lucí
Carlos: Tengo hambre mamá, quiero desayuno
Magnolia: ¡Uy sí! No había visto que era tan tarde
Magnolia: Lucía ve y te bañas
Lucía: ¡Claro mamá, voy corriendo!
Lucía: Muévete Carlitos que no quiero llegar tarde

lunes, 4 de febrero de 2008





Mi nombre es Lucía Rodríguez, tengo 5 años y vivo con mi mamá, mi papá y mi hermanito Carlos de 10 años. Somos una familia de bajos recursos, pero muy unida, mis padres siempre me demuestran lo mucho que me quieren. Mi madre sale en las noches a trabajar y llega al amanecer, ella me dice que cuando sea más grande podré trabajar en lo mismo que ella, todavía no se en que trabaja pero me emociona bastante cuando crezca ser como mi madre. A mi padre lo quiero mucho pero no me gusta cuando entra la noche y el llega de trabajar. No entiendo porque le gusta verme desnuda y darme besos en todo el cuerpo, no me molesta, porque es mi padre, pero no me gusta mucho, no sé si mi madre lo sabe, pero él me dice que eso es un secreto de los dos y que de esa forma me demuestra lo mucho que me quiere. Mi hermanito también lo sabe pero no hace nada porque mi padre le golpearía, el prefiere encerrarse en su cuarto mientras mi padre se duerme.

Las seis de la mañana es mi hora preferida, es en la que mi padre se va a trabajar y llega mi madre, muy cansada por cierto, pero siempre con ganas de jugar y abrazarnos a mi hermanito y a mí. Nos da un desayuno y nos lleva a la escuela. En mi Jardín Ardillitas mis profesoras siempre me consienten, me enseñan muchas cosas nuevas, y a mi me encanta aprenderlas. En los descansos juego con todos mis amigos del jardín en especial con mi mejor amiga Susana que es de la misma edad mía. Jugamos a las muñecas, a la lleva, escondite y montamos en los jueguitos. Luego nos dejan hacer lo que más nos guste, entonces, yo me pongo a dibujar y pintar, gran parte de mis dibujos están pegados en las paredes de mi jardín ya que a mi padre no le gusta que los lleve a casa. Recuerdo mucho la última vez que le lleve uno de mis dibujos, ese día el llegó tarde y un poco malgeniado y lo único que hizo fue romperlo en mi cara mientras me golpeaba, ese día me sentí realmente triste porque no fui la única lastimada, también mi hermanito y mi madre salieron heridos.

Mi padre es un poco malgeniado, pero nosotros lo entendemos, porque su trabajo lo estresa demasiado. Los únicos días en que esta contento es cuando sale los fines de semana con sus amigos del barrio a la tienda de la esquina. El se pasa largas horas del día y la noche en esa tienda, nosotros lo observamos de lejos y se ve bastante feliz así que no lo molestamos. Claro que muy feliz y todo en las noches llega y nos despierta con su gritería, pasa 1 hora discutiendo con mi madre del trabajo. A él no le gusta que mi madre trabaje, pero ella lo hace para ayudarle a él con los gastos. De igual forma siguen y siguen discutiendo.

Mi hermanito y yo compartimos el cuarto, ya que mi casa solo tiene dos cuartos, un baño y una cocina, siempre he querido saber que se siente invitar a los amigos al cuarto propio o hacer la visita en una sala, o comer en una mesa con sillas y no en el suelo. Para cumplir algún día ese sueño yo ahorro la moneda de 500 que me da mi madre para ir a la escuela, aspiró que cuando tenga 15 años ya pueda regalarles a mis padres una mesita con sillas.

En el barrio conozco algunos niños, pero a mi padre casi no le gusta que salga con ellos, así que prefiero no salir mucho para evitar problemas. Pero cada tarde después de llegar de la escuela, me siento un rato en la ventana a verlos jugar, todos esos niños se divierten mucho, los observo por horas esperando a que lleguen las cuatro, hora en que Manuel sale a jugar. Manuel es un niño de 12 años, que me gusta mucho aunque se que es muy grande para mí. Me emociona bastante verlo jugar, él es el que mejor juega fútbol de todos los de la cuadra, además es muy caballero con las niñas y las defiende en todo momento. Manuel es muy amigo de mi hermano Carlitos, siempre andan juntos de arriba abajo. Aunque soy muy pequeña no pierdo las esperanzas con Manuel, porque el un día me dijo que cuando fuéramos más grandes el se iba a casar conmigo.

Como pueden ver soy una niña soñadora, con problemas familiares como todos pero muy feliz, esto es más o menos lo que es mi vida.